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DERRITIENDO HIELO Y NIEVE:
Nunca se debe ingerir hielo o nieve, ya que pueden producir quemaduras en la boca y los labios, impidiéndonos la posterior ingesta de alimentos, así como beber líquidos, además también nos exponemos a que se infecten las quemaduras. Se obtiene más agua del hielo que de la nieve. Para calentar la nieve, derrite primero una pequeña cantidad en un cazo y luego ve añadiendo más. Si llenas todo el cazo de nieve, se formará un hueco en el interior a medida que la nieve se derrite y se quemará el cazo. En caso de no disponer de este sistema para derretir el hielo podemos llenar nuestra cantimplora con el hielo o la nieve e introducirla entre dos capas de ropa que llevemos puesta para que se derrita con el calor corporal, es muy importante que la cantimplora no nos toque la piel ya que podría quemarnos también.
La capas de nieve más próximas a la superficie producen menos agua que las capas más profundas.
Aunque no se debe beber agua salada, si te encuentras cerca de una playa se puede obtener agua potable en el lado opuesto al mar en una duna descendente. Bajo el nivel del mar, la arena hace de filtro de parte de la sal. Puede que tenga un sabor salado o salobre, pero la arena actúa como filtro reduciendo en un futuro las sales que contiene el agua de mar cuando se cava en la tierra.
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